El gemelo norteño de un tranquilo par costero: San Clemente es un apacible pueblo pesquero en Manabí, que forma un tramo de costa continuo con su vecino del sur, San Jacinto. Aunque son muy similares, a menudo se considera que San Clemente es el un poco más grande y desarrollado de los dos.
Conocido por su inmensa playa plana: El pueblo está frente a una playa excepcionalmente larga y ancha, especialmente durante la marea baja. Esta vasta extensión de arena es perfecta para largas caminatas, observación de aves y disfrutar de una sensación de espacio abierto.
Un refugio para la observación de aves y el turismo de naturaleza: La atracción clave de San Clemente es su proximidad a la desembocadura del río Portoviejo y la "Isla Corazón", una isla de manglares protegida que es un importante sitio de anidación para fragatas y un destino principal para eco-tours.
Un importante centro para expatriados jubilados: Al igual que su gemelo, San Clemente es muy popular entre los jubilados norteamericanos y europeos. Cuenta con una de las comunidades de expatriados establecidas más grandes de la costa de Manabí, atraída por su tranquilidad y asequibilidad.
Vida costera auténtica y de ritmo lento: El ritmo de la vida aquí está dictado por las mareas y las rutinas diarias de la flota pesquera. Es un lugar para experimentar un auténtico y pausado estilo de vida costero ecuatoriano.